Algodón Manual de Campo 1 :Descripción de enfermedades

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Enfermedad azul (virosis)

Se atribuye a un virus, Cotton leafroll dwarf virus (CLRDV), cuyo único agente vector confirmado hasta el presente, es el “pulgón del algodonero” (Aphis gossypii Glover).

Los síntomas característicos de esta enfermedad son: acartuchado de las hojas hacia su cara inferior con coloración verde oscura y tonalidad azulada, tornándose quebradiza al tacto; las plantas pueden quedar achaparradas, tallos en zig-zag y entrenudos cortos. Los órganos florales y fructíferos se ven reducidos en número y tamaño, pudiendo presentarse casos de abortos (esterilidad total) de los mismos.
La gravedad de los síntomas dependerá de la severidad de la infección y del estado fenológico de la planta. En infecciones precoces e intensas, las plantas pueden reducir su porte normal y tornarse rastreras con pérdidas de producción altamente significativas. Se estima que la rápida difusión alcanzada durante el ciclo del cultivo 1993/94, se debió en gran parte, a una mayor superficie de siembra con materiales susceptibles y a intensos ataques de pulgones favorecidos por las condiciones ambientales extremas del momento.






Enfermedades de plántulas, “mal del tallito” o “damping-off”

Patógenos de importancia primaria: Rhizoctonia solani y Pythium ultimum. De importancia secundaria: Fusarium spp, Alternaria sp., Colletotrichum gossypii y otros.

Puede causar diversos tipos de daños, desde que comienza la germinación hasta terminado el estado de plántula: podredumbre de la semilla; deterioro y muerte de plántulas en pre-emergencia" y post-emergencia. En la última se puede observar en los tallos cancros de color castaño oscuros y estrangulamiento en la zona del cuello de las plántulas, en tanto que en las raíces las lesiones pueden observarse próximas a la superficie, envolventes, aislando l parte inferior de la raíz del resto de la planta (raíz podada o abortada). Condiciones favorables para su expresión: La podredumbre de semilla y muerte de pre-emergencia son favorecidas por suelos fríos (menos de 20ºC),donde los tejidos vegetales absorben agua pero no germinan o lo hacen lentamente, quedando más expuestos a la acción de los microorganismos.
El ataque sobre plántulas es mayor con humedad y temperaturas intermedias (20-25ºC), que resultan favorables tanto para las plantas como para los patógenos, y en ambos casos (pre y post-emergencia), las medidas preventivas de control, son fundamentales.





Enfermedades o podredumbres de las cápsulas

Este problema fitosanitario provoca grandes pérdidas en todo el mundo. La magnitud del mismo varía significativamente con el clima, en zonas con elevada humedad y períodos lluviosos prolongados, los daños son mayores.
En nuestro país y como consecuencia del ataque de diversos microorganismos, los cultivos pueden experimentar pérdidas considerables de cápsulas verdes en desarrollo por podredumbres, afectando tanto los rendimientos como la calidad de la fibra. En Argentina, se han identificado más de 40 géneros entre hongos y bacterias que participan en el deterioro de los frutos. Este gran grupo se divide en "parásitos primarios o verdaderos que pueden penetrar la cápsula por sí misma, entre los que se menciona como más importantes a: Xanthomonas axonopodis p.v. malvacearum, Colletotrichum gossypii, Diplodia gossypina, Phomopsis sp, Alternaria macrospora, otros.
Por otra parte, el segundo grupo es conocido como "parásito secundario o colonizadores", y son aquellos que acceden al interior de los frutos a través de "puertas de entrada", aberturas naturales y heridas, especialmente aquellas causadas por insectos que introducen en forma pasiva a los patógenos durante su alimentación. De esta forma, alcanzan el interior de la cápsula donde se desarrollan y causan podredumbre. Entre los más comunes se mencionan a: Alternaria sp., Trichotecium sp., Rhizopus sp., Aspergillus sp., Fusaium spp, entre otros.





Lesiones de hoja por Ramularia o “Falso mildiu”

Es una enfermedad causada por Ramularia areola At., actualmente difundida en todas las regiones de cultivo, se presenta con mayor frecuencia y severidad en los ambientes más húmedos, especialmente luego de la difusión de cultivares con cierta sensibilidad. Los síntomas se presentan en hojas como manchas angulosas limitadas por las nervaduras, inicialmente blanquecinas, por las eflorescencias del hongo, luego se tornan de un color castaño claro. 
Cuando las plantas son infectadas tardíamente, no afecta significativamente los rendimientos, pero si el ataque sobreviene en una etapa más temprana, puede causar importante defoliación y pérdidas de producción por reducción de la actividad fotosintética. Las condiciones que favorecen la infección y desarrollo de la enfermedad son principalmente: abundantes lluvias y persistente humedad sobre las hojas (sobre todo por las noches), alternando dos o más ciclos de humedecimiento/desecación, que activan la difusión y germinación de las esporas del hongo.





Mancha angular o “bacteriosis”

Enfermedad causada por Xanthomonas axonopodis p.v. malvacearum (E:F:Sm. Dowson), afecta los órganos aéreos de la planta y los daños son mayores, cuando prevalecen tormentas de lluvia y viento, que favorecen la dispersión de este problema fitosanitario.
El ciclo se inicia con la siembra de semilla infectada, ya sea en forma externa, sobre el linter que rodea la semilla, o internamente, localizada en los cotiledones.
La enfermedad se conoce con diferentes nombres, según la parte de la planta que ataque: “mancha angular” sobre las hojas, “brazo negro” sobre tallo y ramas; “podredumbre” o “lesión de cápsulas” sobre estas últimas.
Bajo condiciones favorables al desarrollo y diseminación del parásito, puede producir defoliación importante de plantas en plena fructificación y ocasionar pérdidas considerables de precocidad, rendimiento y calidad de algodones muy sensibles a esta enfermedad.








Manchas por Alternaria o “alternariosis”

Causadas por los hongos Alternaria macrospora y Alternaria alternata, en ese orden de importancia. Ambos microorganismos, en condiciones de ambiente húmedo, producen lesiones en hojas aunque también pueden afectar otros órganos de las plantas.
Las hojas dañadas pueden caer prematuramente incidiendo sobre el normal desarrollo del cultivo llegando en casos extremos a afectar los rendimientos. Estos patógenos pueden participar de los complejos del "damping-off" y de "podredumbre de cápsulas". Estos hongos producen manchas circulares de pocos milímetros a 1 cm o más, cuyo centro se necrosa y se rodea de un halo púrpura. La "Alternariosis" se desarrolla únicamente bajo condiciones apropiadas, como ser: períodos de sequía seguidos de otros de elevada humedad y con temperaturas de alrededor de 25 - 28ºC. En el caso de la Alternaria macrospora, puede afectar grandes áreas del limbo en gran número de hojas. Las plantas que sufren deficiencias de potasio, son más susceptibles al patógeno.





Marchitamiento rojizo (agente causal desconocido)

Con características muy similares a una anomalía ya descripta en la década del 80, que fuera conocida como “antocianosis del algodonero”. Los principales síntomas y daños son: epinastía de hojas apicales, toda o gran parte de la masa foliar, con bronceado o enrojecimiento y clorosis más acentuada, coloración rojiza en tallo, ramas y pecíolos, clorosis de frutos, sobre todo los más jóvenes con posterior marchitamiento y momificación de los mismos, muerte de la raíz principal. En algunos casos, súbito marchitamiento de hojas, generalizado sobre las plantas, quedando las mismas adheridas al tallo. En casos más graves, muerte de las plantas pocos días después de la aparición de los síntomas. Puede manifestarse en plantas individuales o grupos (“manchones”) o trechos lineales de 0,5 a 1metro. Siempre se detectó el problema con temperaturas elevadas y períodos prolongados de déficit hídricos, previos a la manifestación de los síntomas. En todos los casos, siempre coincidente con intensos ataques de pulgones (Aphis gossypii Glover).







Marchitez por Fusarium o “fusariosis”

Enfermedad vascular causada por el hongo Fusarium oxysporum f. sp. vasinfectum (Atk) Sny. y Hans, puede afectar algodones en cualquier estado de desarrollo. En plantas pequeñas, produce amarillamiento de cotiledones y primeras hojas, rápido marchitamiento y muerte, quedando los tallitos secos en pie. Sobre plantas más grandes los daños se manifiestan como detención del crecimiento, defoliación y muerte de plantas en etapas de prefloración y floración, principalmente. Las cápsulas jóvenes se secan y caen, las de mayor tamaño detienen su desarrollo y abren sin haber madurado. En cortes a bisel en el tallo, rama o pecíolo afectado; se observan los conductos oscurecidos, formando puntos o arcos de anillos más o menos extensos y numerosos, según la gravedad de la infección. Las condiciones favorables para el desarrollo de la enfermedad son: suelos moderadamente ácidos, sueltos y arenosos; temperatura elevada (más de 25ºC) y lluvias suficientes para la evolución normal de la planta. Se determinó la presencia del hongo Fusarium oxysporum f. sp. vasinfectum asociado con varios nemátodes parásitos, principalmente el de agallas de la raíz del algodonero (Meloidogyne incógnita) y se comprobó su papel dentro del complejo causal de la “marchitez o fusariosis”.







Ramulosis o “superbrotamiento”

Causada por el hongo Colletotrichum gossypii Southw. var. cephalosporioides Costa. Los mayores perjuicios los ocasiona preferentemente sobre tejidos jóvenes en especial las yemas terminales de las plantas, lo que induce a la misma a un intenso rebrote dando el aspecto de "escoba de bruja". Otros síntomas que caracterizan a esta enfermedad son: manchas castaño oscuro a negras, especialmente en hojas nuevas. En dichas lesiones, el tejido muerto se puede desprender, provocando perforaciones. En tallos y ramas, se manifiesta a manera de cancros alargados de color negro, en tanto que en las cápsulas las lesiones son redondeadas, oscuras y con puntos más claros en el centro de las mismas (fructificaciones del hongo).
Son condiciones favorables para la manifestación de esta enfermedad, temperaturas moderadas (20-25°C) y fundamentalmente períodos prolongados de lluvias y/o lloviznas.






“Verticilliosis” o marchitez por Verticillium

Agente causal Verticillium dahliae Kleb. Los síntomas se observan con mayor frecuencia sobre plantas en estado de floración y aún más desarrolladas. En las hojas, especialmente las ubicadas en la parte baja y media de la planta, aparecen áreas cloróticas irregulares entre las nervaduras principales y sobre los márgenes, dándoles una apariencia de “moteado” característico. Se puede observar además, detención del crecimiento y defoliaciones, que de acuerdo al momento de la infección y a las condiciones bioambientales posteriores a la misma, pueden cobrar importancia. Cortes del tallo y ramas de plantas afectadas, sobre los tejidos de conducción se pueden observar puntos, estrías y anillos de color castaño, similares a los descriptos para el caso de la “fusariosis”.


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