La solarización es una técnica de desinfección que consiste en cubrir el suelo húmedo con plástico transparente durante los meses más cálidos, a fin de incrementar su temperatura mediante radiación solar.

La radiación pasa fácilmente a través del plástico, se convierte en calor e induce cambios físicos, químicos y biológicos que destruyen la mayoría de los fitopatógenos, insectos y malas hierbas del suelo. Sin embargo, la radiación emitida por el suelo no puede pasar a través de esa cobertura.

La duración del tratamiento dependerá principalmente de las temperaturas alcanzadas pero por lo general oscila en torno a los 45 días.

Las temperaturas alcanzadas con esta técnica son relativamente bajas si se comparan con la desinfección mediante vapor de agua y consecuentemente los efectos sobre los componentes biológicos son menos drásticos.

En cuanto a los beneficios de la solarización se pueden resumir en que reduce las poblaciones de nematodos pero en menor proporción que la de hongos y malezas. La razón, es porque los primeros son más tolerantes al calor. También consiguen plantas más vigorosas posiblemente por la eliminación de patógenos menores desconocidos, por cambios químicos en el suelo, por la destrucción de sustancias fitotóxicas y/o por la estimulación de microorganismos benéficos.

Los inconvenientes que presenta la solarización están relacionados con la necesidad de una elevada radiación solar acompañada de altas temperaturas. Por otro lado, durante el período de duración del tratamiento, el suelo debe estar libre de cultivo.

Para llevar a cabo la solarización ha de tenerse en cuenta los siguientes aspectos:

El suelo debe estar preparado correctamente para que la colocación del plástico sea la deseada y ésta se llevará a cabo durante el período de altas temperaturas, días largos y radiación intensa.
El plástico debe ser totalmente transparente y lo más delgado posible para así aumentar la eficiencia de la transferencia de calor. Además, la lámina ha de quedar tensa y con los bordes perfectamente enterrados para que no haya pérdidas.
El suelo debe cubrirse totalmente en tanto que la cobertura parcial disminuye la eficacia del tratamiento ya que el suelo tratado se puede reinfectar más rápidamente.
Durante el período de tratamiento, el suelo debe estar húmedo para incrementar la sensibilidad de los patógenos así como también para favorecer la conductividad térmica.
En los últimos años, se han realizado una serie de estudios con el fin de abaratar el tratamiento por lo que se ha innovado con el empleo de polietileno usado, la doble capa de película de polietileno, las bolsas de plástico y la combinación de la solarización con otros métodos de control obteniendo buenos resultados.

En conclusión, la solarización es una opción adicional que puede reemplazar a los métodos químicos de control para reducir los riesgos en los consumidores y al medio ambiente así como reducir los costos de control de enfermedades, plagas y malezas e incrementar las ganancias de los productores. Como ventaja adicional comentar que esta técnica de control está admitida en Agricultura Ecológica.