INTRODUCCIÓN
El crecimiento poblacional aunado a la diversificación de los mercados ha originado un
cambio constante en las condiciones de comercio. Cada día, los requisitos que deben
cumplir los productos, especialmente los alimentos, son más estrictos.
Aun cuando ciertos principios de calidad de los alimentos dependen de los gustos y exigencias
del público, existen criterios generales para calificar un determinado producto. Actualmente,
la demanda de los consumidores se orienta hacia productos que no perjudiquen su salud.
Dicho reclamo se fundamenta en los riesgos reales causados por sustancias que en forma
accidental o inducida contaminan los alimentos, tales como antibióticos, plaguicidas,
hormonas, fertilizantes agrícolas, conservadores, etc.
En este sentido, las nuevas condiciones del mercado requieren la adopción de sistemas
de producción más eficientes y con estrictos controles de calidad. Estos procedimientos
deben considerar las actividades que se realizan en la obtención de la materia prima, hasta
la venta del producto. Su correcta aplicación no depende solamente de la implementación
de programas gubernamentales, sino de la participación comprometida de productores,
envasadores y comercializadores.
La miel, que desde siempre ha contado con un amplio reconocimiento como alimento puro y
natural no puede quedar exenta de esta dinámica. Es por eso, que quienes participan en su
producción, extracción, envasado y comercialización deben corresponder a la responsabilidad
que implica participar en este proceso.
Consciente de esta preocupación, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación (SAGARPA), a través de la Coordinación General de Ganadería (CGG)
y del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) se han
enfocado en la tarea de actualizar el presente Manual para que sirva como una herramienta
necesaria para reducir los riesgos de contaminación de la miel durante las distintas etapas
que comprende la fase de producción, con el firme propósito de contribuir a que el consumidor
final tenga acceso a un producto inocuo y de alta calidad.
De acuerdo al Programa Nacional de Inocuidad y Calidad de la Miel, las medidas recomendadas
en este Manual dan oportunidad a los productores de atender los requerimientos del mercado
nacional e internacional. Asimismo, se podrá contar con un padrón nacional de productores
confiables y elegibles para la comercialización.
Cabe mencionar, que la aplicación de estas técnicas implica algunos costos adicionales al
productor y requiere de más atención hacia su trabajo en campo, con la responsabilidad
que implica la producción de alimentos, brindándole a cambio la obtención de un producto
de óptima calidad e inocuidad y el incalculable beneficio que representa mantener la
competitividad de la miel en los mercados local, nacional e internacional.