Cultivo del Tomate en invernadero

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       Control integrado


Con la irrupción en esta zona de plagas, como las moscas blancas y los trips, los procedimientos para el control sanitario del conjunto de las mismas han ido cambiando, hasta el punto de que, en este momento, pensamos que su control exclusivamente por 
aplicación de insecticidas no resulta suficientemente eficaz.


Por lo tanto, apostamos por  realizar el control de plagas en los cultivos de tomate en invernadero, mediante la aplicación de fauna auxiliar, coordinada con tratamientos puntuales de fitosanitarios, que deberán respetar dicha fauna auxiliar y tratamientos insecticidas localizados sobre los focos de las plagas. Y todo ello  apoyado en un correcto manejo del invernadero y del cultivo.



La adecuada ventilación del invernadero, el control de temperatura, humedad ambiente yen general el manejo climático del invernadero, cobran si cabe, mayor importancia.

De ello dependerá además, en gran parte, una buena instalación de la fauna auxiliar, la aportada y la autóctona que pudiera entrar en el cultivo.

Hay que tener muy presente dentro de esta estrategia que la aplicación de fauna auxiliar no equivale a un tratamiento de choque con un fitosanitario, por lo que su introducción deberá ser muy temprana.

En general parece oportuna su introducción nada más detectar la plaga correspondiente,por lo que el seguimiento constante del cultivo es fundamental.
Para ello los cultivos deberán estar acompañados de las correspondientes placas amarillas,bien colocadas y con una densidad de unas 7 por cada 1000 m2 de invernadero.
Cabe añadir, que estas conclusiones son el fruto de nuestra experimentación aquí en Navarra y paralelamente cotejada con la información que nos llega del Sur y el Levante español.

Pretendemos realizar una somera descripción de cada una de las plagas y la enumeración de aquella fauna auxiliar adecuada para su control. Marcar unas ideas generales de actuación.
La receta de actuación en lo referente a especies concretas a aportar, dosis, momentos, repeticiones posibles, insecticidas a utilizar, etc, dependerá de la evaluación de cada situación particular, en cada momento concreto del cultivo, en cada época del año, de cada explotación, etc.

Todo esto en función de los datos que desde el I.T.G. Agrícola venimos acumulando en este campo, fruto de
nuestra experimentación.El objeto último es que las decisiones las tome el propio invernaderista, de la mano en un principio de los servicios de asesoramiento del I.T.G.
Para ello deberá empezar por formarse y reclamar asesoramiento cuando lo considere. Y hay que empezar por animar a que lo hagan,en la certeza de que lo mismo que han sido capaces de adecuarse a otras nuevas técnicas, también lo harán a estas. Eso si, deberán evolucionar desde lo que es un control puramente químico a lo que supone este control biológico o mixto.


Las plagas y su control

Taladro - orugas

Son gusanos, larvas de diferentes mariposas. Sólo hacen daño en este estado de larva. Muerden y taladran
los frutos y las hojas, alimentándose. Y lo hacen tanto en cultivos de exterior como en los cultivos de invernadero. Estos lepidópteros pertenecen a varias especies, dependiendo de la época.
Los adultos pueden entrar en los invernaderos por las aberturas de ventilación y puertas, y lo hacen fundamentalmente al amanecer y al atardecer.
Dependiendo de la especie los daños son diferentes. Fundamentalmente nos encontraremos:

Taladros:
1.- Helicoverpa armigera
(anteriormente conocida como Heliothis).
Es el taladro o barrenador de los frutos propiamente dicho, penetra en la pulpa de los frutos.
 En los primeros estados larvarios se alimentan de hojas haciendo pequeños orificios. En estados posteriores perforan los frutos hasta las semillas dañando varios antes de alcanzar todo su desarrollo.


Defoliadoras:

2.- Autographa gamma 
(también llamada Plusia gamma).
 Más defoliadora  que barrenadora. Muerden los frutos sin penetrar en ellos y asimismo las hojas.

3.- Spodotera exigua o gardama.
También más defoliadora que barrenadora de frutos a los que muerde en superficie.

4.- Chrysodeixis chalcites.
Detectada en las últimas campañas. Aunque en cultivo de alubia, pueden hacer daño sobre las vainas, en tomate es considerada como defoliadora.
En los primeros estados larvarios se alimentan de hojas para pasar posteriormente a hacerlo de algunos frutos
mordiéndolos en superficie o perforando los mismos sin llegar a la pulpa.

Daños

Aparición de la plaga en invernadero
Su entrada en los invernaderos se producirá de primeros y mediados de junio a septiembre incluido.
Cumplen varios ciclos dentro de los invernaderos. Es importante frenar la plaga en su primera aparición, evitando en lo posible su multiplicación en el interior. Su distribución en el cultivo responde a las pautas de puesta de las mariposas, que no obedece a una lógica específica. Los huevos los disponen muy dispersos y no más de uno dos por planta. De esta forma podemos tener varios focos dispersos con orugas de la misma edad.

Ciclo

Cada especie tiene unas temperaturas de desarrollo óptimas, pero la época de entrada preferente en el invernadero (junio - septiembre) con temperaturas altas hace que sus ciclos sean cortos.
El ciclo de la Helicoverpa armigera, puede ser un ejemplo del desarrollo
larvario de estas especies:
Temperatura 25 º 30 º 35º
Días 20 12 10
Los estados de desarrollo por los que pasan son cinco estados larvarios, crisálida, adulto y huevo. Únicamente en estado de larva se alimentan de los cultivos. Las larvas son diferentes de forma, tamaño y color dependiendo de la especie, de la edad y del cultivo o zona donde se está alimentando.

Control

Lo importante es la rapidez de actuación y la oportunidad del tratamiento. El inicio de tratamiento se realizará, con carácter meramente orientativo, a partir de finales de junio - primeros de julio y sobre los estados L1 a L3. En estos estados, los tratamientos a base de Bacillus son eficaces.


Ácaros y eriófidos

Las arañas rojas presentes en nuestros invernaderos pertenecen a dos especies diferentes Tetranychus urticae y Tetranychus turkestani. Ambas tienen un aspecto semejante, pero la primera está mas presente en la zona media y norte y la segunda en la zona sur de Navarra. Las larvas son menores que los adultos, con 3 pares de patas y coloración más pálida. El adulto se alimenta sobre el envés de las hojas donde perforan las células de la cutícula. Las zonas de alimentación se vuelven amarillas y por el haz rojizas.
Hasta la fecha, en Navarra, sólo se ha encontrado araña blanca (Polyphagotarsonemus latus) en una explotación, aunque es posible su llegada en plantas procedentes del Sur del España o Levante.
Los eriófidos que encontramos en el tomate se corresponden con la especie Aculops lycopersici que produce la acariosis del bronceado.


Daños

Las plantas picadas por ácaros, dependiendo de la intensidad del ataque, sufren una reducción del crecimiento, reducción del tamaño de los frutos, secado de las hojas picadas (las arañas
en su saliva introducen sustancias tóxicas que pueden provocar la muerte de las hojas).

Aparición de la plaga en invernadero

 Las primeras colonias de arañas se detectan en las zonas más cálidas, repartiéndose después por el resto del invernadero.

Los primeros síntomas de Aculops lycopersici, aparecen en los tallos que presentan una tonalidad más oscura, adquiriendo tonalidades bronceadas (russeting), e incluso hendiduras longitudinales.
Los frutos pueden ser dañados produciéndose, con ataques intensos una costra bronceada, reticulada muy característica.



Las condiciones de humedad baja favorecen la aparición y desarrollo, tanto de las arañas como de los eriófidos. Y asimismo su desarrollo se ve favorecido por un abonado nitrogenado excesivo.
Los ácaros, con temperaturas altas, tienen un desarrollo muy rápido. Por debajo de unos 12 ºC entra en "letargo" y pueden permanecer varios meses en las estructuras y diversos escondites. En condiciones favorables las generaciones son continuas durante todo el año. La infestación puede proceder del entorno próximo al invernadero, de cultivos o invernaderos próximos, de transmisión a través de la ropa, etc.
 En este sentido, es importante volver a recordar que los eriófidos pueden trasladarse de un invernadero a otro por la ropa del operario, al igual que Tetranychus.
Las condiciones óptimas son de Tª de 27 ºC y una HR del 30 %. En estas condiciones su ciclo dura unos 6 - 7 días.

Control

Prevención de ambas plagas
Tanto con las arañas como Aculops resulta necesaria su control preventivo.
El manejo de la temperatura y humedad ambiente, resulta decisivo para su prevención y ulterior freno en su desarrollo.
Complementario a ello es aconsejable la aplicación de azufre tipo flor al suelo bajo las plantas, colocado sobre el acolchado o aplicarlo por sublimación.
Aunque existe el riesgo de ser tóxico para alguno de los componentes de la fauna auxiliar, su uso debe ser ponderado hacia la combinación de ambos y por tanto compaginar el empleo de azufre y el empleo de fauna auxiliar. El desarrollo de Aculops lycopersici viene potenciado al llegar a temperaturas de 25 ºC y de 50 % de Humedad Relativa. Bajo condiciones cercanas a estos parámetros debemos recurrir al empleo de los azufres para frenar su desarrollo.

Arañas: Tetranychus urticae y Tetranychus turkestani.


Es importante su detección precoz, para lo que hay que observar hojas y tallos y localizar las primeras colonias.



El control biológico se realiza con fauna auxiliar principalmente mediante

ácaros fitoseidos como Neoseiulus (=Amblyseius) californicus y Phytoseiulus persimilis.

También otros auxiliares como las chinches Orius sp. o crisopas. Todos ellos presentes en nuestra fauna. Se utiliza asimismo depredadores como chinche Macrolophus caliginosus y el mosquito Feltiella acarisuga.




En función de la situación, se procede a la suelta, repetida a los 7, 14 ó 21 días, de alguno o varios de ellos, en dosis adecuadas.
Los tratamientos podrán ser generales en todo el invernadero o localizados en los focos, según el momento y situación.
Si la situación lo aconseja, en primer lugar se procederá a un tratamiento de choque con uno de los acaricidas aconsejados y teniendo en cuenta:

Si respetan a la fauna auxiliar, la natural que haya podido entrar en el invernadero o la introducida, o a introducir.
Los días de espera necesarios para una introducción posterior de la fauna auxiliar.

Los tratamientos con el acaricida, según las circunstancias, podrán ser localizados sobre el foco y un cinturón
de seguridad, o a todo el invernadero. Se mojará bien el envés de las hojas. Posteriormente se aplicará la fauna auxiliar.
Si al detectar la plaga, no se juzga necesario la aplicación del acaricida, a efectos de tratamiento de choque, se comenzará directamente a la aplicación de la fauna auxiliar, cargando más la zona atacada.

Eriófido del bronceado, Aculops lycopersici.
No contamos con fauna auxiliar, por lo que su control se realizará preventivamente y mediante tratamientos con acaricidas.
Una medida directa es la aplicación de azufre en polvo sobre las plantas del foco y su cinturón de seguridad.
A considerar que en condiciones de alta incidencia solar, esto puede originar algunas quemaduras en el cultivo.


Pulgones

Las especies de pulgones que podemos encontrar en los invernaderos de tomate son principalmente tres especies diferentes, Aphis gossypii, de color negro, coloniza fundamentalmente las zonas en crecimiento.
Macrosiphon euphorbiae, de color verde, se instala en las hojas medias de la planta y no forma colonias densas. Myzus persicae, también de color verde, prefiere colonizar las partes bajas de la planta.
Pasan por varios estados de desarrollo, y tienen formas aladas o ápteras, y todas ellas en los invernaderos se reproducen partenogenéticamente.
La colonización en el invernadero se produce por las diferentes aberturas;
ventilación, puertas. En los meses de abril y mayo después de días de bochorno, su entrada suele ser importante. A finales de verano, septiembre - octubre, la entrada vuelve a repetirse de forma importante después de días ventosos. En tomate, salvo descuido, no constituyen un problema generalizado.

Daños

Producen daños directos, como el debilitamiento de la planta por la succión de savia. Daños indirectos por formación de melaza y transmisión de virosis.
Principalmente el virus CMV (Cucumer Mosaic Virus) PVY (Potato Virus Y). El riesgo más importante de virosis es cuando se producen entradas en verano y otoño.

Control

Prevención y medidas a considerar 
Es importante su detección precoz, para lo que hay que observar hojas y localizar las primeras colonias.
Como ocurre con las plagas chupadoras en general, los pulgones se ven especialmente  favorecidos por la aplicación excesiva de abonados nitrogenados.
Asimismo, altas temperaturas y bajas humedades relativas, favorecen su asentamiento y desarrollo.
El uso de insecticidas para su control debe ser cuidadoso, ya que puede afectar a los polinizadores y otra fauna auxiliar, como la utilizada para el control de otras plagas. Cabe citar especialmente el imidacloprid, cuyo uso debe descartarse, ya que impiden el empleo de varios grupos de fauna auxiliar y especialmente sobre Bombus, durante periodos de tiempo de hasta 2 meses. Existen asimismo dudas fundadas sobre otros productos. 
Nos parece de interés la utilización de los 'banker' de trigo o cebada. Se siembra trigo o cebada en contenedores, macetas, o sacos de sustrato colocados en el exterior. Al tiempo se observa como de manera natural se coloniza de pulgones específicos de los cereales y de parásitos y/o depredadores de los mismos.
Una vez colonizado, y al realizar la plantación del tomate, se introduce en el invernadero. De esta forma buscamos que estén dentro del invernadero los parásitos y depredadores de este pulgón, que a su vez lo son de otras plagas, con objeto de tener fauna auxiliar que pueda estar a disposición en el momento que sea necesario.

Fauna Auxiliar

Su control biológico se realiza mediante la aplicación de mariquitas, como Adalia bipunctata (eficaz para cualquier especie), los himenópteros Aphidius colemani (eficaz sobre focos de Aphis gossypii) y Aphelinus abdominalis (eficaz sobre Macrosiphon euphorbiae), el díptero Aphidoletes aphidimyza (eficaz para Macrosiphon persicae y Aphis gossypii).
En función de la situación, se procede a la suelta, repetida a los 3, 7, 14 días, de alguno o varios de ellos, en dosis adecuadas. Se suelta en los focos de pulgones, repitiéndose las veces que la situación lo aconseje.  No debe descuidarse la prevención, su detección y tratamiento precoz.


Tratamientos Insecticidas

En general son tóxicos para el grupo principal de fauna auxiliar que se emplea
en este cultivo. Sólo parecen procedentes si la invasión de pulgones está incontrolada. Son aconsejables los tratamientos localizados a los focos y huir de los tratamientos generalizados.
Si se juzgara conveniente su empleo, conviene primero su aplicación, para posteriormente realizar la suelta de la fauna auxiliar.


Moscas blancas

Las especies que encontramos en los invernaderos navarros son Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci.

Desde 2004 la presencia de Bemisia tabaci es una realidad. Se observa que va desplazando a la Trialeurodes vaporariorum. Esta situación es más clara conforme avanza el verano y las campañas. Suponemos que dentro de unos años B.tabaci será la mosca dominante. Las hembras realizan sus puestas en el envés de las hojas de las zonas medias y superiores de la planta, sin ningún orden o en pequeño arco. 
Por lo tanto, huevos y larvas se localizan en las partes medias y altas de la planta.

Los adultos se localizan en zonas altas del cultivo y en general las zonas soleadas.

Presenta cuatro estados larvarios en los que se alimenta de la planta. En el primero son móviles y se dispersan por la hoja. Su ciclo, de huevo a adulto, a 22 - 25 ºC, suele ser de unos 28 días. 
Los adultos pueden vivir unos 20 días, siendo su presencia en el invernadero muy evidente.
Puede proceder; del semillero, plantas infestadas del entorno próximo, o desde cultivos cercanos y por producción propia (se mantienen en las hierbas del invernadero).
La primera aparición de los adultos se produce en las zonas más calurosas; punto central del invernadero o lateral este, zona sur del mismo. Entorno de los calefactores y puntos de acceso, como son las puertas. Al final de primavera y otoño se cambian al lado oeste del mismo.





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