Prefacio
AI presentar esta edición del A B C de la Apicultura en español, debemos
hacerle presente al lector que se trata no solamente de una traducción del inglés,
sino más bien de una obra revisada, habiéndose eliminado todo lo que no le puede
ser de interés ó utilidad al apicultor en los países de habla española, y añadido,
por otra parte, mucho que le puede interesar.
Así, por ejemplo, ha sido necesario
eliminar todas las referencias á la invernada, y reformar completamente el capí
tulo que trata de la invernada, ya que en la mayoría de los países latinoamericanos
los inviernos nunca son tan rigurosos como suelen ser en Norte-América.
Asimismo ha sido nuestro deseo satisfacer tanto al apicultor en los trópicos,
como de las zonas sub-tropicales y templadas, y hemos tenido siempre bien
presente que lo que quizás puede servir al apicultor cubano, no le sirve al apicultor argentino ó chileno, y lo que le puede perfectamente servir al apicultor en
Méjico, no le es nada útil al apicultor en Venezuela ó Colombia.
Los autores de esta obra no solamente han tenido más de cuarenta años de
experiencia como apicultores prácticos y como publicistas de libros y revistas
apícolas, sino que también han tenido, durante muchos años, un extenso col
menar en la República de Cuba, y han viajado extensamente; y el traductor,
al efectuar estos cambios, ha estado en comunicación continua con ellos, puesto
que la traducción se llevó á cabo en la misma residencia de los autores.
Nada pierde pues esta edición española al adoptarse al ambiente, y abrigamos
la esperanza de que ella les servirá de "guía" á los apicultores de los países de
habla española, como ha servido á la multitud de apicultores en los Estados Unidos
y otros países.
La forma en que ha sido arreglada permite consultarla á medida que se tenga
necesidad de ello, ya que este libro es un diccionario y una enciclopedia apícola.
E
sto facilita su estudio, puesto que no es necesario estudiar toda la obra de una
vez, olvidándose quizás gran parte de lo que se ha leído, sino se consulta el A B C
de la Apicultura cuando sea necesario, y en este caso se lee únicamente el capítulo
ó los capítulos que se desean.
Si por ejemplo, se ha comprado unos enjambres de
abejas en cajas ó colmenas vulgares, y se desea transferir éstas á las colmenas
modernas de cuadros movibles, se ve EL TRASIEGO, y allí encontrará los varios
métodos de efectuarlo, pudiéndose elegir el que más convenga. Si no se ha com
prado las abejas aun, y se desea saber cuales son las mejores razas, se consulta
el capítulo LAS ABEJAS; y si luego se desea saber cual será la colmena más con
veniente se busca bajo la letra "C" el capítulo LAS COLMENAS; y en el capitulo
APIARIOS el modo de emplazar éstas, y así sucesivamente. Se debe tener presente,
pues, que se trata de una enciclopedia apícola y debe consultársela como tal.
También debe tenerse presente que esta obra trata exclusivamente del cultivo de las abejas según el sistema moderno, ó sea en las colmenas de cuadros
movibles, puesto que son muy pocos los apicultores que hoy día se interesan
en el sistema fijista ó el cultivo según el sistema anticuado de cuadros fijos y de
colmenas vulgares.
En los Estados Unidos de América no se encuentra hoy día sino muy pocos
apicultores que tienen aun sus abejas en colmenas vulgares; y el que quisiera
comprar abejas en una caja antigua tendría que viajar muchos días. En España
se practica todavía el fijismo; pero/gracias á la enérgica propaganda de las revistas
apícolas, el sistema moderno se va extendiendo cada día más, mientras en Francia,
Bélgica, Alemania, la Gran Bretaña, la Suiza, Austria-Hungría, y aun en la Rusia
se encuentran grandes y muy bien organizados colmenares movilistas, y son relativamente pocos los apicultores que allí practican todavía el fijismo.
En la Isla
de Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, como también en la República Argentina y Chile, la mayoría de los colmenares son hoy día movilistas, y se instalan diaria mente nuevos colmenares con colmenas modernas, de modo que el día no es dis tante que allí también será difícil encontrar una colmena vulgar.
Las ventajas del sistema movilista son tan bien conocidas, que quizás será
demás enumerarlas aquí; pero en bien de los que aun no han estudiado y comparado los dos sistemas, resumimos aquí brevemente sus ventajas y desventajas:
1. Al sacar la miel de las colmenas vulgares, ya sean éstas hechas de paja,
de madera, de mimbre ó del tronco de un árbol, es necesario echar las abejas,
matándolas ó trasfiriéndolas á otra colmena. De las colmenas de cuadros movibles se saca la miel ó una parte de ella sin estorbar las abejas, preservándolas
para que cosechan más miel.
2. Las colmenas fijistas no pueden rendir tanta cantidad de miel, puesto
que se mata las abejas ó se les estorba de tal manera que no cosecharán miel por
mucho tiempo. Con las colmenas modernas se les puede dar las alzas ó sobre
puestos que ellas necesitan, añadiéndose éstas á medida que sea necesario.
3. La miel sacada de los panales de cuadros movibles con el extractor no
es solamente mucho más limpia que la sacada de las colmenas fijistas, sino que
también se saca toda partícula de miel de los panales, pudiendo éstos ser utiliza
dos varias veces por las abejas.
4. El apicultor moderno, mediante las colmenas de cuadros movibles, puede
proteger sus abejas mejor contra los ataques de sus varios enemigos; impedir el
pillaje si este se ha declarado en el colmenar y regular, hasta cierto punto, los
enjambres, impidiendo que éstos se pierden.
Puede, asimismo, aumentar el
número de sus colmenas por estos mismos enjambres.
En pocas palabras, con las colmenas modernas se consigue no solamente mayor cantidad de miel, sino de mejor calidad, y se trata las abejas más humana
mente, conservándolas y ayudándolas en sus tareas, en vez de destruirlas y estor
barlas.
La economía doméstica de la colmena es tal, que únicamente una colonia
bien fuerte puede cosechar gran cantidad de miel, de modo que al apicultor le
conviene mucho más tener un corto número de colonias fuertes y vigorosas, es
decir, que tienen un gran pueblo, que muchas colonias débiles, ó sea poco numerosas.
Las colmenas modernas son hechas precisamente para conseguir este desideratum, y el que sabe manejarlas no tendrá dificultad alguna en obtener una
buena cosecha de miel, si es que hay néctar en los campos y el tiempo es propicio.
Réstanos expresar nuestro agradecimiento á los apicultores de todas partes
quienes han tenido la amabilidad de suministrarnos informes respecto del estado
de la apicultura en su país y comarca, y estamos especialmente agradecidos al
Sr. Roberto L. Luaces, Director General de Agricultura de la República de Cuba,
quien tuvo la gentileza de facilitarnos muchos y valiosos datos sobre la apicultura
en Cuba y una nómina de las plantas melíferas de ese país, y también al Sr. W.
V. Tower, Entomólogo de la Estación Experimental de Mayagüez, Puerto Rico,
de cuyo interesante tratado sobre la Apicultura en Puerto Rico nos hemos servido
en varias ocasiones.
El texto ha sido ilustrado con numerosos grabados, y las muchas ilustraciones de colmenares de todas partes del mundo le darán una idea al lector del
modo como se cultiva las abejas en otros países.
Esperamos, pues, que ésta, la primera edición española, será recibida tan
bien como lo han sido las veinticinco ediciones de la obra inglesa (de la cual se ha
imprimido 146,000 hasta la fecha) ; las dos ediciones en francés y la alemana.
Medina, Ohio, E. U. A., Enero de 1914. •